El Ministerio de Medio Ambiente ha autorizado la declaración de impacto ambiental para el drenaje de la cuenca del Poyo, una red de barrancos que discurre por 11 municipios y desagua en el lago de la Albufera. Tras la elección de la alternativa considerada viable, con infraestructuras para un retorno de entre 100 y 500 años, ahora toca el turno a la Confederación Hidrográfica del Júcar de conseguir un presupuesto estimado en 250 millones de euros. Debido a la enormidad del proyecto, su ejecución se ha dividido en seis fases.
La secretaría de Estado de Cambio Climático ha sido la encargada de redactar las condiciones para hacer la obra. El objetivo es reducir el riesgo de inundación en las poblaciones de Valencia en el ámbito de los barrancos de Pozalet, Saleta y Poyo. Se trata de Alaquás, Aldaia, Buñol, Chiva, Loriguilla, Paiporta, Picanya, Quart de Poblet, Ribarroja del Turia, Torrent y Xirivella.
En la cuenta alta de la rambla del Poyo y el barranco del Pozalet se ha previsto la reforestación y estabilización de suelos. Los autores del plan han elegido especies autóctonas y protectoras de la capa vegetal, mejorando así la capacidad de retención del agua y minimizando las pérdidas de suelo por erosión.
Evitar la colmatación de la Albufera trata precisamente de reducir en la medida de lo posible el arrastre de tierra hacia el parque natural. En época de lluvias continuas, uno de los perjuicios más grandes, después de las inundaciones en los municipios por donde pasan los barrancos, es la enorme cantidad de sedimentos y residuos que llega al humedal.
La Confederación también ha previsto en la parte situada más al oeste de la rambla, con origen en los alrededores de Chiva, un fuerte tratamiento de podas y desbroces del arbolado actual, reduciendo así el riesgo de incendios y su propagación. También se espera la mejora de las condiciones previas a la reforestación y minimizar el riesgo de plagas.
En cuando a las obras hidrológicas, en las zonas incendiadas se pretenden hacer plantaciones en 28 rodales localizados en los términos de Buñol y Chiva, en una superficie aproximada de mil hectáreas. Acerca del encauzamiento, el estudio ambiental habla de una escollera de hormigón de una altura de siete metros sobre el fondo del cauce. En los barrancos que pasan por el término de Cheste se hará una intervención similar.
Evitar la colmatación del lago de la Albufera se conseguirá a base de una serie de depósitos de laminación, lugares donde se retenga el caudal de las lluvias. En Buñol habrá una de estas infraestructuras, con un canal de aproximación, una obra de entrada, un área de retención de sedimentos y la obra de restitución del cauce. Esta última actuación se diseña mediante un aliviadero de 20 metros de longitud. La superficie de ocupación es de 2,5 hectáreas, pudiendo retener 108.000 metros cúbicos hasta la cota de aliviadero.
Aguas arriba de la A-7, el proyecto contempla la demolición y reconstrucción de los dos puentes (puente de Loriguilla y puente de piedra) y ejecución de una vía verde, entendiendo por esto un encauzamiento para un caudal máximo de 240 metros cúbicos por segundo desde Loriguilla hasta el paso bajo la autovía.
El tramo tiene una longitud de 4.142 m, de los cuales 600 metros son de cauce nuevo. La zona verde inundable no se ejecuta por la escasa capacidad de laminación y el conflicto de intereses debido al valor potencial de los terrenos.
Demoliciones
En el barranco del Pozalet, aguas abajo de la A-7, se ha previsto una vía verde de 243 metros cúbicos de capacidad. De forma previa, se deberán demoler dos tanques de tormenta y un paso sobre el cauce con capacidad insuficiente. Asimismo, se ejecutará un área inundable o balsa de laminación, ocupando un área de 60 hectáreas, con una profundidad útil de cinco metros y una capacidad de 2,7 hectómetros cúbicos.
En La Saleta se hará una conducción de derivación desde la cabecera del barranco. La actuación propuesta implica una conducción cerrada, de 3.500 metros de longitud, a través del polígono de la zona norte de Aldaia, con una capacidad de 80 metros cúbicos por segundo, derivándose los 15 metros cúbicos restantes para alcanzar el caudal punta, junto a la CV-33, mediante un aliviadero.
En Xirivella, la Conselleria de Infraestructuras ha redactado el proyecto constructivo de una vía verde de nuevo trazado, conectando el barranco de La Saleta con el río Turia. Esta actuación, aunque no forma parte del proyecto, se debe tener en cuenta para ajustar las proyectadas en el barranco del Pozalet y La Saleta.
En Quart de Poblet se ha diseñado un colector de pluviales complementario en el barrio del Cristo, dos principales en la zona del casco urbano entre la A-3 y la línea de ferrocarril.
En la rambla del Poyo se hará una vía verde, dando continuidad al cauce aguas arriba de la A-7, con una capacidad equivalente a la avenida de periodo de retorno de 100 años, 755 metros cúbicos por segundo. Una obra similar se ha previsto en el barranco Gallego, mientras que en el puente de Los Caballos se llegará hasta los 1.200 metros cúbicos por segundo mediante un cauce adicional con un nuevo puente y pasarela.
La Confederación ha previsto también una mejora de la capacidad del cauce bajo el acueducto Júcar-Turia con el acondicionamiento de la solera y la protección con escollera de hormigón.
Aguas abajo de Paiporta, está encauzado de una obra anterior, esunque hay que desviar una capacidad de 700 metros cúbicos por segundo al nuevo cauce del Turia. En el puente de arcos, entre las poblaciones de Torrent y Picanya, se ejecutará una mota sobre la margen izquierda, mientras que el puente viejo de Picanya se modificará también.
fuente www.lasprovincias.es
A VER SI LLEGAMOS A TIEMPO.
SALUDOS.........GIL