ACERCA DE LA CONVENCION RAMSAR

La Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971) -- llamada la "Convención de Ramsar" -- es un tratado intergubernamental en el que se consagran los compromisos contraídos por sus países miembros para mantener las características ecológicas de sus Humedales de Importancia Internacional y planificar el "uso racional", o uso sostenible, de todos los humedales situados en sus territorios. A diferencia de las demás convenciones mundiales sobre el medio ambiente, Ramsar no está afiliada al sistema de acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMMA) de las Naciones Unidas, pero colabora muy estrechamente con los demás AMMA y es un asociado de pleno derecho entre los tratados y acuerdos del "grupo relacionado con la biodiversidad".

Aprenda más acerca de la Convención de Ramsar sobre los Humedales – qué es en la actualidad; dónde se originó, y por qué; cómo funciona; cuáles son sus países miembros, y por qué se adhirieron esos países.

viernes, 4 de marzo de 2011

Un puerto de ocio


Catarroja recupera la adecuación paisajística para convertir el puerto de la Albufera en una zona de oci0.


Las dudas que durante años se han cernido sobre la esperada Fase B del proyecto del Port de Catarroja quedarán despejadas la próxima semana con la exposición al público del proyecto que ha anunciado el ayuntamiento.
La Fase B preveía en sus orígenes la recuperación y adecuación paisajística y medioambiental del margen derecho del canal, con la creación de un amplio espacio medioambiental, donde se prevé la anidación de las diferentes especies de aves que habitan en el lugar, y donde se incluyen diversas lagunas artificiales. Ahora, por fin, parece que vaya a convertirse en una realidad, aunque con algunos cambios respecto al proyecto primigenio que se anunció hace cinco años, tras finalizar las obras de la primera fase.
Este proyecto se había dejado sobre la mesa tras la paralización de la urbanización del nuevo sector Nou Mil.leni. El agente urbanizador se comprometió con el consistorio catarrojense a destinar una inversión de 5,5 millones de euros en esta zona del port, con la creación de un parque medioambiental que completaría la segunda fase de la adecuación paisajística. Pero si no hay PAI tampoco puede haber inversión, aunque el consistorio ha decidido rescatar la fase B y presentarla ante las entidades locales más estrechamente vinculadas con la zona, como son el Consell del Port y el Consell Agrari. Además, la alcaldesa, la popular Soledad Ramón, adelantó que cuenta con la aprobación del Parque Natural y de la Conselleria.
Algunas de las novedades que presentará el proyecto final reside en la ausencia de expropiaciones en la zona, que afectan irremediablemente a la 'Casa Sulema', con cuyos propietarios el consistorio ha mantenido un largo enfrentamiento que ha terminado en los tribunales. Tras estas modificaciones, la casa seguirá en pie pero con un uso público probablemente reconvertida en museo donde se exhiban restos arqueológico relacionados con el lago y parte de su historia.
En el proyecto original tan sólo se permitía un 2% de edificabilidad en la zona del port. Así, en la zona norte del canal se ha previsto la construcción de algunas edificaciones, que cumplirán las especificaciones de utilidad previstas por el Parque Natural. Una de ellas será una ermita dedicada a Sant Pere, patrón de los pescadores, y al que las gentes del lugar le tienen una gran respeto y devoción. Una construcción que se mantiene en el nuevo proyecto y que es muy esperada por la comunidad de pescadores.
Un puente elevado, que permita cruzar el canal de lado a lado, y un mirador, también son dos de las cuestiones que se contemplaban inicialmente y que se siguen manteniendo.
La fase B integra, además, la habilitación de un carril bici peatonal que permitirá unir el casco urbano de la localidad con el puerto. Esta infraestructura, financiada a través del Plan Confianza de la Generalitat, prevé una ruta que irá desde la estación de Renfe cruzando el polígono industrial, por el camí del port hasta el parque natural de l'Albufera, completando así un recorrido de gran valor medioambiental, histórico y turístico.
En la primera fase, que se concluyó hace varios años, se amplió el canal y se construyeron los pantanales flotantes y los nuevos amarres, con los que el puerto ha logrado recuperar parte de su imagen bucólica. Estas obras no estuvieron exentas de polémica y en numerosas ocasiones se modificó el proyecto inicial en el que primaba el hormigón hasta reconvertirse en los pantanales flotantes que existen en la actualidad. Los amarres también ganaron en seguridad y se ampliaron notablemente, una cuestión que también se planteaba en la Fase B.
La zona pretende convertirse en un lugar destinado al ocio y al recreo, donde disfrutar de un entorno privilegiado.
ADA DASI. /CATARROJA.
fuente.- www.lasprovincias.es