La Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971) -- llamada la "Convención de Ramsar" -- es un tratado intergubernamental en el que se consagran los compromisos contraídos por sus países miembros para mantener las características ecológicas de sus Humedales de Importancia Internacional y planificar el "uso racional", o uso sostenible, de todos los humedales situados en sus territorios. A diferencia de las demás convenciones mundiales sobre el medio ambiente, Ramsar no está afiliada al sistema de acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMMA) de las Naciones Unidas, pero colabora muy estrechamente con los demás AMMA y es un asociado de pleno derecho entre los tratados y acuerdos del "grupo relacionado con la biodiversidad".
La Convención Ramsar está preocupada por el estado de L'Albufera, el espacio natural protegido más antiguo del territorio valenciano, y así lo advierte en un informe elaborado en octubre de 2008 tras una visita sobre el terreno. El lago y su entorno, declarado parque natural en 1986 e incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional Ramsar, cuenta con varias zonas "con una degradación ambiental muy avanzada". Los observadores piden que se restauren las parcelas degradadas y se establezcan restricciones a la urbanización dentro del parque, lo que en la práctica echa por tierra el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de L'Albufera aprobado en 2004 por el Consell y recurrido por Acció Ecologista-Agró.Tras la visita de la misión Ramsar está el cambio jurídico promovido hace cuatro años por el entonces consejero de Urbanismo Rafael Blasco, que abría las puertas a la urbanización de suelo protegido en zonas próximas a los núcleos históricos de L'Albufera como la pedanía de Pinedo, El Palmar o El Perelló, y al barrio del Tremolar en Alfafar. Colectivos ecologistas, catedráticos y especialistas en humedales temieron por la supervivencia del parque si dejaban que por las rendijas del PRUG se colaran nuevas edificaciones.La Fundació Amics de L'Albufera acudió en dos ocasiones a la Secretaría de Ramsar -en marzo de 2004 y julio de 2005- para alertar de este peligro y Acció Ecologista-Agró recurrió por lo contencioso-administrativo el PRUG ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que estimó el recurso parcialmente, dejando descabezado el plan rector. El asunto está pendiente en el Tribunal Supremo después que la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia impugnasen el fallo.Una misión de asesoramiento de Ramsar recorrió el parque natural poco antes de las navidades de 2006 y un año y medio más tarde, en octubre de 2008, redactaron su informe de asesoramiento. "El Ramsar ni busca la confrontación con los países ni responde a intereses de partido", dicen los ecologistas. La copia fue enviada a la Generalitat y al Ministerio de Medio Ambiente. Los observadores aconsejaron tras recorrer la zona y entrevistarse con la Administraciones y colectivos afectados, una gestión más efectiva e integrada del parque y la creación de un área de amortiguación de impactos alrededor del núcleo central para evitar nuevas amenazas. L'Albufera soporta una fuerte presión. Recibe los efluentes de aguas depuradas de una población de un millón de personas, a su alrededor existen 3.000 empresas e industrias y aunque los vertidos sin depurar se han reducido -de 35 hectómetros cúbicos a cinco en 15 años-, todavía se producen. El lago se está colmatando además por el aporte de sedimentos.Ramsar recomienda un programa global de restauración ambiental de los espacios periurbanos y rurales degradados y pide que el desarrollo urbanístico dentro del parque se limite estrictamente. "No es aceptable que cada aumento de población dentro o en la periferia del parque suponga un incremento correlativo de servicios y equipamientos y, por tanto, un aumento de la presión sobre los recursos ambientales del humedal", apunta el informe.Sobre los núcleos urbanos del parque, la misión propone:-
Pinedo: Insta al Ayuntamiento de Valencia a que apruebe un plan especial para restaurar las zonas degradadas en el límite sur de esta pedanía. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a propuesta del alcalde pedáneo, inició el papeleo para ampliar el suelo urbano de Pinedo en 6,14 hectáreas con el objetivo de realojar a las familias desplazadas de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), que al final han sido realojadas en su mayoría en Natzaret. La misión de Ramsar, tras entrevistarse con técnicos municipales de Valencia, asegura que "no quedó patente que exista una demanda social de vivienda propia en la pedanía" visto el realojo de los afectados de la ZAL en otros barrios.-
El Palmar: El PRUG favorecía la regularización urbanística de una zona ya consolidada por la edificación, colindante al casco histórico de El Palmar, y permitía la dotación de equipamientos y servicios comunitarios. La misión corroboró que todas las edificaciones son anteriores al parque por lo que recomendaron que "ante cualquier actuación" se reduzca el impacto negativo de las actividades y edificios fuera de ordenación y alertan de que ese tipo de actuaciones "no deben sentar precedentes".-
El Perelló: La Consejería de Urbanismo justificó la construcción en esta zona de Sueca de un centro escolar y otro de salud en suelo calificado como no urbanizable de uso agrícola. La misión constató que casi todo el suelo urbano del Perelló está construido y que los solares que quedan son pequeños para el centro escolar, pero sí que valen para el centro de salud, sugieren.-
Barrio del Tremolar: Es un núcleo separado del casco urbano de Alfafar, con una extensión 9,37 hectáreas y una población de 105 personas. El planeamiento urbanístico del municipio clasificó en 1991 esta zona medio construida como suelo urbano, pero el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de L'Albufera no lo reconoció y lo mantuvo como suelo no urbanizable de especial protección. Los cambios de Blasco de 2004 lograron la reclasificación de la zona como urbana, pero, a juicio de Ramsar, el 40% o 50% del espacio debería seguir siendo suelo no urbanizable. "Lo más adecuado sería regularizar las viviendas edificadas antes de la declaración de parque natural, eliminar los edificios levantados después y a restaurar las zonas naturales", añade el dictamen.
"El espíritu de estas misiones es el de colaborar con las partes para encontrar una solución aceptable a los problemas que se les presenten en la gestión de los humedales", precisa Ramsar en su informe. "Es urgente que alcancemos un acuerdo para ver cómo mejorar la gestión del parque, no para encontrar la fórmula de cómo se puede construir en él", advierten desde Acció Ecologista-Agró.La Consejería de Medio Ambiente argumenta al ser preguntada por el informe que, aunque el informe de Ramsar no es vinculante, este departamento, al amparo de sus recomendaciones ha ejecutado actuaciones de restauración en los ullals del Tancat de la Pipa, el de Baldoví Sants y el de la Font de Forner.
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