Durante la lectura de «Cañas y barro» el lector imagina cómo, poco a poco, se extraían las tierras del fondo de la Albufera para cubrir con ellas los humedales que la rodeaban. De este modo se conseguían extensas superficies planas para cultivar el arroz.
En el Tancat de la Pipa se ha realizado el proceso inverso. El espacio natural de nueva creación se encuentra entre la acequia de Catarroja y el Barranco del Poyo, al norte del lago, y se accede por el camino que continúa al puerto de Catarroja.
La restauración medioambiental realizada en estas 40 hectáreas cumple dos objetivos bien diferenciados. El primero, será el de conseguir que la zona recuperada actúe como un filtro verde para mejorar la calidad de la aguas del lago. El segundo, permitirá un uso ordenado y didáctico para los ciudadanos que decidan acercarse al Tancat.
El proyecto, iniciado en 2004, se ha llevado a cabo conjuntamente entre la Administración central y la autonómica. La Conselleria de Medio Ambiente financia un 30% y el Ministerio de Medio Ambiente el 70% restante. Inicialmente se tuvieron que expropiar 34 hectáreas, dado que sólo el 17% del Parque Natural es terreno de carácter público.
Una vez adquiridas las parcelas empezaron las extracciones, la eliminación selectiva de la vegetación no deseada y la retirada de residuos. Posteriormente empezó a recuperarse la marjal y a estructurarse el sistema de filtrado de aguas provenientes del barranco del Poyo y de la acequia de Catarroja.
Los filtros verdes
El Tancat de la Pipa es un sistema hídrico en el que se hace pasar el agua de unos compartimentos a otros, y en cada uno de estos hay un tipo de vegetación palustre determinada. Al final del ciclo se mejora ostensiblemente la calidad de las aguas, que al ser vertidas al lago están depuradas casi al 100%. Es además un prototipo que se podrá exportar a otras zonas de la Albufera en el futuro.
Una vez realizadas las fases iniciales del proyecto se enterraron los tendidos eléctricos, se construyó un pequeño embarcadero, y se restauró la casa motor, que servirá como centro didáctico. Además permitirá una vista elevada del lago y su alrededores.
Gran parte de las más de 21.000 hectáreas del Parque Natural de la Albufera se encuentran dentro del área metropolitana de Valencia, motivo por el cual «más de un millón de personas pueden llegar fácilmente y en pocos minutos», como afirmó Juan José Moragues, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ejecutora del proyecto.
Durante la inauguración se destacó la relevancia de las instalaciones para ayudar a preservar y recuperar especies animales amenazadas, sobre todo aves como la garcilla cangrejera, en peligro de extinción.
«Hasta hace poco tiempo nadie se preocupaba de la Albufera. Ahora, por ejemplo, hemos colocado grandes sacas donde los agricultores tiran las botellas de plástico que utilizan en los tratamientos. Al final de cada campaña se llegan a reciclar entre 18 y 22 metros cúbicos de envases», afirmaba Vicent Comós, concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Catarroja, mientras oteaba el paisaje desde la casa motor.
Mientras, Vicente Valero esperaba impaciente en su barca, de ocho metros y vela latina, para realizar la primera visita guiada oficial al lago que partiría desde el Tancat de la Pipa. Su rostro reflejaba satisfacción y mucha alegría contenida.
HAY QUE VER LA PROLIFERACION DE NOTICIAS SOBRE L'ALBUFERA QUE HAY ULTIMAMENTE.
ESO ESTA BIEN PORQUE CASI TODAS SON BUENAS, PERO QUEDA MUCHO POR HACER; ¡¡¡ NO NOS PODEMOS RELAJAR POR NINGUN CONCEPTO !!!
SALUDOS............GIL
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