ACERCA DE LA CONVENCION RAMSAR

La Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971) -- llamada la "Convención de Ramsar" -- es un tratado intergubernamental en el que se consagran los compromisos contraídos por sus países miembros para mantener las características ecológicas de sus Humedales de Importancia Internacional y planificar el "uso racional", o uso sostenible, de todos los humedales situados en sus territorios. A diferencia de las demás convenciones mundiales sobre el medio ambiente, Ramsar no está afiliada al sistema de acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMMA) de las Naciones Unidas, pero colabora muy estrechamente con los demás AMMA y es un asociado de pleno derecho entre los tratados y acuerdos del "grupo relacionado con la biodiversidad".

Aprenda más acerca de la Convención de Ramsar sobre los Humedales – qué es en la actualidad; dónde se originó, y por qué; cómo funciona; cuáles son sus países miembros, y por qué se adhirieron esos países.

miércoles, 21 de enero de 2009

Los 5.000 labradores de la Albufera que sirvieron a Trujillo

Nuria Tendeiro Parrilla, Valencia
El dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo aprovechó un viaje oficial a Roma en 1954, en el marco de los preparativos del concordato firmado por este país con la Santa Sede, para visitar España y de paso proponerle a Franco un contrato de Estado por medio del cual cientos de españoles -preferentemente agricultores y/o pequeños propietarios preparados pero con escasos recursos- emigrarían a la isla caribeña para protagonizar un programa de repoblación y desarrollo rural del país, y reducir, de esta forma, el impacto de la entrada de haitianos en la isla. Trujillo prometió a cambio casa, tierras, animales, semillas, dinero hasta la primera cosecha y, lo más importante, viaje de vuelta pagado a quien no se adaptara. Era reconocida la fuerza de trabajo de los labradores de la Albufera de Valencia, y el dictador dominicano firmó contratos con centenares de ellos, principalmente valencianos de los municipios de l'Horta Sud y La Ribera, para conformar una primera expedición de españoles que saldría en 1955 rumbo a América. El objetivo, salvar el, entonces, poco productivo campo dominicano. Al parecer, Trujillo sólo quería que vivieran allí y, de paso, que enseñaran a los dominicanos sus técnicas de cultivo. A los valencianos se unieron después gallegos, castellanos y canarios.Alrededor de 5000 valencianos fueron contratados por el dictador. Y ahora, cincuenta y cinco años después, el periodista Salvador Dolz recupera en el documental Dominicana, terra promesa esta historia inédita de agricultores expatriados y retornados. Dolz ha invertido dos intensos años de trabajo en la producción y la elaboración del guión y, para ello, ha contado no sólo con el testimonio e imágenes de algunos de aquellos valencianos que abrieron esta ruta migratoria para aquella España que todavía pasaba hambre, sino también con el maltrecho archivo de la antigua televisión pública dominicana, cuidado ahora con esmero por su actual propietario, el documentalista dominicano René Fortunato.A lo largo de 1955, casi cinco mil hombres, mujeres y niños de Albal, Silla, Sueca y Almussafes salieron por primera vez del país -muchos apenas se habían alejado de su pueblo- y se embarcaron en aquella aventura. Todo parecía perfecto, casi un sueño.Pero al llegar a la isla caribeña descubrieron que nada era como habían imaginado. "Cada colono vivió su propia experiencia: años entre selva y cenagales sin nada que hacer, casas compartidas e inhabitables , paludismo, protestas masivas y revueltas, cárcel, deportación, expropiaciones, intentos de huida del país, confinamiento en las colonias, denuncias por espionajeÉ Y todo coexistiendo con la vida tranquila de otros colonos, los menos, que aceptaron las nuevas reglas o que tuvieron suerte", explica el autor del documental que el viernes se presenta en un acto organizado por la Unió de Periodistes en el Centre Cultural Bancaixa a partir de las 19.30 horas.Un tercio de los emigrantes pidió volver a los pocos meses. Pero Trujillo dilató la respuesta más de un año. A pesar de sus intentos por frenar la salida ?-en especial no dando el pasaje de vuelta- el goteo de abandonos fue imparable. Cinco años después de su llegada, en 1961, el dictador es asesinado y los colonos que aun quedaban, más de un millar, aparecieron ante sus vecinos como "los trujillistas". A fin de cuentas, argumentaban, que los españoles habían recibido bienes que a ellos, auténticos dominicanos, se les negaba. "Volvieron la mayoría, sólo se quedó un reducido grupo de valencianos. Calculo que alrededor de 200, la mayoría casados con dominicanas", detalla Dolz.El documental que en un par de semanas se podrá ver a través del canal internacional de la Televisió Valenciana y de su web www.tvvi.es, dura 50 minutos y ha sido rodado en Santo Domingo, Nagua, Constanza, Samaná, Valencia y Silla. Participan cuatro de aquellos colonos que siguen viviendo en la República Dominicana y cuatro más que regresaron. La música ha sido compuesta por Josito Genís, Javier Sierra y Remi Carreres y la fotografía la firma Toni Polit. Lo co-producen RTVV y el propio Salvador Dolz, y cuenta con ayuda del Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC).
LEVANTE-EMV 15-01-09

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